Gestión ambiental de residuos sólidos hospitalarios
I. Introducción
Los problemas asociados a los residuos generados por los
centros hospitalarios, han sido motivo de preocupación internacional. Dicha
motivación ocurre debido al amplio espectro de peligrosidad, comprendiendo
desde la potencial propagación de enfermedades infecciosas, hasta riesgos
ambientales derivados de los métodos empleados para su tratamiento y
disposición final. Es por ello que la problemática ha trascendido el campo
técnico sanitario y ha involucrado aspectos sociales, económicos, políticos y
ambientales. El mal manejo de los residuos hospitalarios representa un riesgo
para las personas y el medio ambiente por la presencia de residuos infecciosos,
tóxicos, químicos y objetos cortopunzantes y, principalmente, provoca gran
inquietud y percepción de riesgo en la población general. La Organización
Mundial de la Salud identificó los potenciales riesgos del manejo de residuos
hospitalarios peligrosos, listando los siguientes efectos potenciales: SIDA,
hepatitis B y C, infecciones gastroentéricas; infecciones respiratorias;
infecciones dérmicas e intoxicaciones, entre otras patologías. Estudios
realizados en la década 1990-99 en Chile, señalaron que los residuos
hospitalarios correspondían a 29.330 toneladas/ año de las cuales 80% se
concentraba en la Región Metropolitana (CONAMA, 1994). En la actualidad no se
cuenta con una norma específica que regule el adecuado manejo de este tipo de
residuos, si bien el Ministerio de Salud se encuentra estudiando un reglamento
sobre la materia, sólo existen instructivos de carácter indicativo. El presente
estudio tiene por finalidad aportar al conocimiento del tipo y cantidad de
residuos generados en un centro de alta complejidad, realizar un análisis del
manejo de los residuos durante su ciclo comprendido desde su generación hasta
su entrega a un destinatario o empresa que lo dispone posteriormente. Con miras
a evaluar el riesgo ambiental presente, identificando aquellas áreas y
procedimientos más riesgosos, a modo de aportar al mejoramiento del sistema de
manejo actualmente imperante en un instituto de referencia nacional.
II. Antecedentes
El manejo de los residuos sólidos hospitalarios en
nuestro país es uno de los aspectos de la gestión hospitalaria que ha ido tomando importancia e interés en
los últimos años.
En 1987, la Empresa de Servicios Municipales de Limpieza de Lima (ESMLL) realizó un estudio sobre los
residuos sólidos hospitalarios en Lima. Para hospitales
con más de mil camas la generación oscilaba entre 4.1
y 8.7 l/cama/día; en hospitales de menos de 300 camas oscilaba entre 0.5 y 1.8 l/cama/día y en clínicas particulares de 100 camas oscila entre 3,4 y 9 lts/cama/día.
(ESMLL, 1987).
En un estudio realizado en 1991 por P. Tello, se evidenció que el 85.5% de los centros hospitalarios tenían
servicios de limpieza propios, tanto los públicos como
los privados con un personal sin capacitación. (Tello,
M., 1991).
A partir de esa fecha, se han elaborado diversas publicaciones e investigaciones entre las cuales destacan las
indicadas a continuación.
1992: “Diagnóstico situacional del saneamiento ambiental en dos centros hospitalarios” en Lima Metropolitana,
este estudio se realizó en el hospital Arzobispo Loayza
de Lima y en el hospital Daniel Alcides Carrión del Callao. (E. Bellido).
1995: “Diagnóstico situacional del manejo de los
residuos sólidos de hospitales administrados por el
Ministerio de Salud”, dentro del marco del Programa de
Fortalecimiento de los Servicios de Salud.
1998: “Tecnologías de tratamiento de residuos sólidos
de establecimientos de salud”, realizado por el MINSA.
Este documento identifica las cuatro tecnologías de
tratamiento de residuos sólidos.
2004: Norma Técnica de Manejo de Residuos Hospitalarios, preparada por el MINSA.
“Plan de gestión de residuos hospitalarios”, publicación
en la Revista del Instituto de Investigación de la Facultad
de Ingeniería Geológica, Minera, Metalúrgica y Geográfica de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
También se cuentan con publicaciones del Centro
Panamericano de Ingeniería Sanitaria (CEPIS) en este
tema, como la de Hollie Shaner, N.R. y Glenn McRae,
Environmental strategies, Health care without harm
de la Dra. María Della Rodolfa, Coordinadora Región
Latinoamérica.
Todas estas publicaciones realizadas en nuestro país
han sido de gran ayuda para la realización de esta
investigación, aunque es necesario mencionar que el
Perú no ha avanzado mucho en este tema con respecto
a otros países de América Latina como Colombia, Chile,
Costa Rica y Uruguay, entre otros; y esto se debe a que
los hospitales no cuentan con una política ambiental
adecuada o si la tienen no la implementan.
Las técnicas de tratamiento que aplican.
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III. Métodos
Los métodos empleados para el desarrollo de esta
investigación, consisten en:
Etapa de Pre-Campo
Búsqueda bibliográfica.
Etapa de Campo
Encuestas y entrevistas
Inspecciones a diferentes ambientes del hospital incluyendo consultorios externos.
Etapa de Gabinete
Clasificación de los residuos
Desarrollo de un plan de segregación.
El método que se aplicará en el área de Hospitalización
tendrá mayor énfasis en la caracterización de residuos,
para ello se tuvo que efectuar análisis físicos y químicos.
Se hizo uso de estadísticas para determinar la población
y tipo de servicio que se usó a través de los registros del
hospital y las estadísticas de la Gerencia Institucional del
hospital, lo cual ayudó a determinar la evolución de los
residuos y cantidad en los últimos cinco años o más.
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VI. RESULTADOS
El Instituto gestiona, en la actualidad, sus residuos a través de tres modalidades: utiliza personal interno al que le asigna tareas de recolección de residuos tipo II y de material para reciclaje (papel); una empresa externa que se encarga del mantenimiento general de la institución, como es la limpieza de áreas públicas y oficinas; y para el manejo de los residuos tipo I, contrata los servicios de otra empresa externa. Dicha empresa, al menos una vez por semana, dispone de personal que, acompañado por personal interno del Instituto, realiza la recolección de los residuos tipo I ubicados en almacenes temporales destinados para tal fin. Ella suministra los contenedores y bolsas rojas para la recolección y almacenamiento de los residuos peligrosos.
El Instituto no dispone de un Manual de Procedimientos para el Manejo de Residuos Sólidos en sus dependencias, ni de un registro de los residuos generados, por lo que los responsables del manejo de los residuos desconocen las cantidades exactas de residuos producidas. Los residuos cortopunzantes generados, a pesar de estar clasificados por organismos internacionales como peligrosos (Mery F, Tesis doctoral. Universidad Politécnica, Madrid, 1998), son descartados por el Instituto mezclados con los residuos asimilables a los residuos domésticos (tipo II). Sin embargo, es necesario aclarar que ellos se eliminan en cajas (rígidas), que cumplen con estándares de seguridad para los posibles manipuladores. Según el tipo de residuo, el descarte puede realizarse a través de empresas privadas, alcantarillado, atmósfera o por recolección municipal . Los tipos de residuos por unidades generadoras. La cantidad de residuos tipo I se aprecia en la . La segregación en origen se realiza en todas las unidades estudiadas, usándose distintos tipos de contenedores según las características físicas del residuo. El Instituto cuenta con áreas destinadas a almacenar temporalmente tanto residuos tipo I como tipo II, mientras esperan su recolección. La describe las características de dichas áreas, destaca que sólo el área de pensionado tiene un área exclusiva para el almacenamiento temporal de residuos, claramente señalada. El transporte interno de los residuos es uno de los aspectos críticos a evaluar y se consideraron las condiciones del recolector y las características propias del recorrido . El Instituto no dispone de un lugar centralizado para los residuos tipo I, pues se retiran con una frecuencia tal que evita que se acumulen en el Instituto, ésta puede llegar a ser varias veces a la semana. Se determinó el riesgo ambiental para las unidades generadoras de residuos tipo I y para los procedimientos de transporte interno y almacenamiento. La unidad de farmacia, en su subunidad de preparación de drogas, fue la que presentó el riesgo más elevado. Las unidades de anatomía patológica, de hospitalización de mujeres y la unidad de farmacia central presentaron un riesgo medio. Al ser todas las áreas de almacenamiento improvisadas, sin señalización y de fácil acceso, este procedimiento presentó el mayor riesgo. El transporte interno de residuos tipo I, también presentó un riesgo ambiental acumulado alto, principalmente por la ruta utilizada, la ausencia de planificación de los recorridos, los horarios usados y la falta de capacitación del personal . Con respecto al modelo de manejo actual de los residuos, se caracteriza por que el flujo se divide en peligrosos (tipo I) y no peligrosos (tipo II) .Los residuos no peligrosos son generados en distintas unidades y almacenados temporalmente en ella; posteriormente son recolectados y trasladados hacia un área destinada a almacenamiento final (dentro del perímetro de la institución), donde esperan la recolección por parte de la municipalidad. En el proceso se detectan posibles pérdidas que implica riesgo de contaminación ambiental y riesgo para la salud de las personas.
El Instituto gestiona, en la actualidad, sus residuos a través de tres modalidades: utiliza personal interno al que le asigna tareas de recolección de residuos tipo II y de material para reciclaje (papel); una empresa externa que se encarga del mantenimiento general de la institución, como es la limpieza de áreas públicas y oficinas; y para el manejo de los residuos tipo I, contrata los servicios de otra empresa externa. Dicha empresa, al menos una vez por semana, dispone de personal que, acompañado por personal interno del Instituto, realiza la recolección de los residuos tipo I ubicados en almacenes temporales destinados para tal fin. Ella suministra los contenedores y bolsas rojas para la recolección y almacenamiento de los residuos peligrosos.
El Instituto no dispone de un Manual de Procedimientos para el Manejo de Residuos Sólidos en sus dependencias, ni de un registro de los residuos generados, por lo que los responsables del manejo de los residuos desconocen las cantidades exactas de residuos producidas. Los residuos cortopunzantes generados, a pesar de estar clasificados por organismos internacionales como peligrosos (Mery F, Tesis doctoral. Universidad Politécnica, Madrid, 1998), son descartados por el Instituto mezclados con los residuos asimilables a los residuos domésticos (tipo II). Sin embargo, es necesario aclarar que ellos se eliminan en cajas (rígidas), que cumplen con estándares de seguridad para los posibles manipuladores. Según el tipo de residuo, el descarte puede realizarse a través de empresas privadas, alcantarillado, atmósfera o por recolección municipal . Los tipos de residuos por unidades generadoras. La cantidad de residuos tipo I se aprecia en la . La segregación en origen se realiza en todas las unidades estudiadas, usándose distintos tipos de contenedores según las características físicas del residuo. El Instituto cuenta con áreas destinadas a almacenar temporalmente tanto residuos tipo I como tipo II, mientras esperan su recolección. La describe las características de dichas áreas, destaca que sólo el área de pensionado tiene un área exclusiva para el almacenamiento temporal de residuos, claramente señalada. El transporte interno de los residuos es uno de los aspectos críticos a evaluar y se consideraron las condiciones del recolector y las características propias del recorrido . El Instituto no dispone de un lugar centralizado para los residuos tipo I, pues se retiran con una frecuencia tal que evita que se acumulen en el Instituto, ésta puede llegar a ser varias veces a la semana. Se determinó el riesgo ambiental para las unidades generadoras de residuos tipo I y para los procedimientos de transporte interno y almacenamiento. La unidad de farmacia, en su subunidad de preparación de drogas, fue la que presentó el riesgo más elevado. Las unidades de anatomía patológica, de hospitalización de mujeres y la unidad de farmacia central presentaron un riesgo medio. Al ser todas las áreas de almacenamiento improvisadas, sin señalización y de fácil acceso, este procedimiento presentó el mayor riesgo. El transporte interno de residuos tipo I, también presentó un riesgo ambiental acumulado alto, principalmente por la ruta utilizada, la ausencia de planificación de los recorridos, los horarios usados y la falta de capacitación del personal . Con respecto al modelo de manejo actual de los residuos, se caracteriza por que el flujo se divide en peligrosos (tipo I) y no peligrosos (tipo II) .Los residuos no peligrosos son generados en distintas unidades y almacenados temporalmente en ella; posteriormente son recolectados y trasladados hacia un área destinada a almacenamiento final (dentro del perímetro de la institución), donde esperan la recolección por parte de la municipalidad. En el proceso se detectan posibles pérdidas que implica riesgo de contaminación ambiental y riesgo para la salud de las personas.
V. GESTIÓN AMBIENTAL
Política ambiental
a. Respetar el ambiente protegiéndolo y garantizando
la armonía entre sus actividades y el ambiente.
b. Cumplir con la normatividad ambiental nacional
y cuando ésta no exista en temas involucrados con
sus actividades, tomar en cuenta la normatividad
internacional.
c. Mantener comunicación fluida con el sector
competente en cuanto a la relación entre sus
operaciones y los aspectos ambientales.
d. Informar a la comunidad y grupos de interés (pacientes, trabajadores, proveedores, contratistas)
sobre sus actividades y su política ambiental para
que sean cumplidas por éstos.
e. Mantener capacitados a sus trabajadores para
que la política ambiental pueda ser cumplida.
f. Asegurar que cada elemento o cambio de los
procedimientos hospitalarios incluya las normas
y política ambiental.
g. Monitorear los componentes de su gestión ambiental para garantizar su buen funcionamiento
VII. CONCLUSIÓN
El Instituto evaluado genera una cantidad de residuos hospitalarios peligrosos dentro del marco de los descritos a nivel internacional. Si bien existe un sistema de gestión de ellos, con personal propio y empresas externas encargadas del retiro y disposición final, no se visualiza una gestión integral de los residuos hospitalarios.
VI. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
[1] Bellido, E. (1992). Diagnóstico situacional del saneamiento ambiental en dos centros hospitalarios en
Lima Metropolitana. Lima, Perú.
[2] Miguel, M. (1987). Residuos sólidos hospitalarios.
Empresa de Servicios Municipales de Limpieza de
Lima (ESMLL). Lima, Perú.
[3] Tello, MP. (1991). Diagnóstico de la situación de los
residuos hospitalarios en Lima metropolitana. CEPIS.
Lima, Perú
[4] VillenaChávez,J.(1994).Guía para el manejo interno
de residuos sólidos hospitalarios, Oficina de Representación de la OPS/OMS en el Perú. CEPIS. Lima,
Perú.
[5] NEVEU C, Alejandra y MATUS C, Patricia. Management of hazardous waste in a hospital. Rev. méd. Chile [online]. 2007, vol.135, n.7 [citado 2019-11-02], pp.885-895. Disponible en: <https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872007000700009&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0034-9887. http://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872007000700009.